Para mantener tus pisos en alquiler en buen estado y sacar la máxima rentabilidad posible, es importante tener un plan de mantenimiento anual. Si todavía no lo tienes, te contamos cómo gestionarlo paso a paso.
La realidad, es que gestionar una propiedad en alquiler no consiste únicamente en buscar inquilinos y cobrar las mensualidades. Para que todo vaya bien y se sostenga en el tiempo, detrás debe haber una buena gestión profesional y un plan para conservar el inmueble en buen estado.
Siempre que alquiles una vivienda, necesitas contar con un plan de mantenimiento anual. Las ventajas de hacerlo superan a las contras.
Principalmente, tener un plan de mantenimiento en un piso de alquiler es esencial por muchas razones:
Las viviendas alquiladas se usan a diario y se exponen a un gran desgaste. Si ese desgaste no se controla y se van haciendo pequeños arreglos a medida que son necesarios, podría derivar en daños mayores, como reparaciones caras.
Para evitar tener que hacer frente a reparaciones caras, nuestro consejo es invertir en un mantenimiento preventivo. Sin duda, creemos que es la mejor manera de proteger el valor de tu inversión.
Ten en cuenta que un plan de mantenimiento anual o regular te permite identificar pequeñas incidencias antes de que se agraven. Por ejemplo, una pequeña humedad o filtración, un electrodoméstico que empieza a fallar, etc. Además, evitas sustos y hacer frente a imprevistos con los que no contabas.
Este tipo de mantenimiento te ayuda a ahorrar dinero a medio y largo plazo. Ten en cuenta que no sale igual de caro arreglar una pieza de un electrodoméstico que tener que comprar otro nuevo por haberlo dejado pasar.
La realidad es que los inquilinos valoran mucho vivir en una vivienda bien cuidada y en buen estado. Parece que no, pero hay muchos inquilinos que prefieren pagar un poco más y vivir en un sitio mejor.
Un mantenimiento inexistente o deficiente podría generar insatisfacción y malestar en los inquilinos. Por ejemplo: averías, malos olores, sensación de abandono…
Esta situación puede provocar que el inquilino no quiera renovar el contrato. En cambio, si los inquilinos perciben que el propietario se preocupa por el estado de la propiedad, es posible que se sientan más respetados y cuiden mejor de la vivienda. Por eso es una buena inversión en todos los aspectos.
Al disponer de un plan de mantenimiento anual para un inmueble alquilado, el casero reduce la rotación de inquilinos. Una vivienda en buen estado se alquila más rápido y los inquilinos siempre la prefieren.
Además, cada cambio de inquilinos puede provocar una serie de costes y eso no interesa. Es otro ejemplo más de cómo el mantenimiento puede ayudar al propietario a ganar más dinero con su inmueble (y a no perderlo).
Para realizar el mantenimiento, es importante tener un plan. Puedes preparar un calendario de revisiones periódicas, además de hablar con el inquilino para saber si hay algún problema en el piso y subsanarlo lo antes posible.
Estas son algunas de las revisiones que tienes que hacer periódicamente:
Parece que no, pero tener un plan de mantenimiento para tus propiedades alquiladas puede ayudarte a ahorrar mucho dinero y asegurar la rentabilidad de tu inmueble. Además, tus inquilinos estarán más contentos al ver que te preocupas.
Recuerda tener siempre un plan y anotar todos los gastos de las reparaciones en un software de gestión de alquiler de inmuebles.