¿Debo subir el alquiler cada año? Cómo hacerlo de forma justa y sostenible

Si tienes un inmueble en alquiler, es posible que te plantees un aumento en la mensualidad, sobre todo porque la vivienda no para de subir. Descubre cómo subir el alquiler de manera justa y sostenible, para que te permita conseguir una buena rentabilidad y que al mismo tiempo sea asumible por el inquilino.

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Propietarios

Guía para subir el alquiler anual de manera justa (y sostenible en el tiempo)

En la actualidad, uno de los grandes dilemas a los que se enfrentan muchos propietarios es decidir si subir el precio de sus inmuebles alquilados o mantener el mismo precio que ya tienen. Aunque parece una decisión sencilla, no lo es tanto.

¿Por qué mantener el precio?

Son muchas las razones para mantener el precio del alquiler, entre ellas:. 

  • Conservar a buenos inquilinos: una de las ventajas de no subir la mensualidad del alquiler, es conservar a los inquilinos. Si son buenos, podrías asegurarte unos ingresos fijos a largo plazo, mientras mantienen la vivienda cuidada y estás tranquilo. Además, te evitas tener que buscar a otros inquilinos nuevos.
  • Evitar impagos: si subes demasiado el alquiler, los inquilinos podrían verse en una situación difícil, en la que no pueden asumir la mensualidad. Esto podría generar impagos.

La clave está en encontrar un equilibrio. Es decir, que el propietario obtenga una buena rentabilidad y que el inquilino pague un precio dentro del mercado que pueda asumir y no quiera irse. Es la forma en la que ambos salgan ganando. 

¿Por qué subir el precio?

El principal motivo para subir el precio es por la inflación. Hay que tener en cuenta que los precios de la vivienda y de la vida no han parado de subir en los últimos años, principalmente a causa de la inflación. 

Un precio de alquiler que era justo hace diez años, hoy podría resultar muy poco o nada rentable, dado que el propietario también tiene más gastos (todo es más caro). Lo más probable es que esa renta se quede muy por debajo de mercado y que la rentabilidad sea mínima.

Si se produce una subida conforme a índices como IRAV o IPC, debe figurar en el contrato de alquiler. Además, el casero debe informar al inquilino de la subida con suficiente antelación, para que no pille por sorpresa. Es una forma de generar transparencia y confianza. Al final, no se trata solo de cumplir la ley, sino de hacer bien las cosas, de manera ética y profesional.

¿Y si el inquilino no está de acuerdo con la decisión tomada?

Es posible que el inquilino no acepte una subida brusca, sobre todo si se encuentra en un momento de mucho gasto y ve que no puede asumirlo. Lo ideal es negociar un precio justo, con el que ambos estén cómodos.

En los últimos años, los precios de los alquileres se han disparado. Si bien es cierto que si el alquiler está por debajo de mercado, no tendría sentido mantenerlo en esas condiciones, pero tampoco es justo hacer una subida demasiado brusca. Lo ideal es una subida escalonada año a año.

La clave está en encontrar un equilibrio

Muchos contratos de arrendamiento incluyen en el contrato una cláusula para actualizar la renta en función del IPC o del Índice de Referencia de Arrendamientos de Vivienda (IRAV). Son mecanismos pensados para que el propietario no pierda poder adquisitivo con el paso del tiempo y que la subida sea justa para el inquilino.

Un incremento anual moderado suele ser bien recibido por los inquilinos. Al final, el inquilino entiende que el coste de la vida sube para todos y que el propietario también tiene gastos que cubrir. Por ejemplo, aunque la mensualidad suba 30 euros, al propietario puede que le suba incluso más la suma entre la comunidad de vecinos o el seguro de hogar, entre otros gastos.

Lo ideal es dejar clara esta subida en el momento de firmar el contrato, de forma transparente. Además, al usar los índices que te comentamos, la subida no es vista como una decisión unilateral del propietario, sino como una actualización que sigue el criterio que marca el Gobierno

También hay que tener en cuenta que aunque la ley permite subir el alquiler conforme al IRAV o IPC, también se puede negociar o ajustar la subida. Al final, la subida no es la misma sobre un alquiler de 500 euros que de 2000 euros. 

Si el inquilino es responsable, paga puntualmente y cuida la vivienda, quizás podrías congelar el precio durante unos años y hacer subidas más moderadas. A veces, vale más la pena ganar menos que tener que empezar de cero con otros inquilinos o estar meses con el piso vacío. Cada inmueble es diferente. 

Entonces, ¿qué hacer?

Lo más interesante, en términos de rentabilidad y justicia, pasa por subir el alquiler cada año según el índice contemplado en el contrato. Siempre es mejor así, que una fuerte subida de golpe, dado que no es lo mismo subir 20 euros al mes que 200.

Mientras hagas las subidas con criterio, los inquilinos estarán satisfechos y querrán seguir en el inmueble. Es la mejor forma de proteger a ambas partes, a inquilinos y propietarios. También a largo plazo.

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