Hay veces en las que los avalistas entran en juego para que otra persona pueda alquilar o comprar un inmueble. Pero, ¿qué derechos tienen los avalistas? Si siempre te hiciste esta pregunta o te surgen dudas ahora que te planteas avalar a alguien, lee bien la siguiente guía porque te interesa.
En algunos casos, puede existir la figura del avalista. Si una persona no demuestra una estabilidad en cuanto a ingresos o no tiene una nómina o es autónomo, se le puede requerir un aval bancario para poder acceder a la vivienda.
El avalista es una persona que se compromete a asumir la responsabilidad de cumplir con los pagos del inquilino en caso de que este no pueda hacerlo.
Cuando se firma un contrato de alquiler, el avalista asume ciertas obligaciones y derechos en relación con el inmueble. Pero, ¿cuáles? A continuación, te mostramos los 6 derechos que tiene un avalista sobre un inmueble.
Uno de los derechos que tiene un avalista sobre un inmueble es el derecho a conocer el contenido del contrato de alquiler. Esto significa que el avalista debe tener acceso a una copia del contrato de alquiler para revisarlo y asegurarse de que entiende todas las cláusulas y obligaciones que se establecen en el documento.
Es algo completamente normal, dado que es él quien deberá responder en el caso de que algo ocurra. Por lo que es importante que tenga una copia del contrato para que se quede más tranquilo y vea que todo está bien.
El avalista también tiene derecho a ser informado en caso de que el inquilino no cumpla con el pago del alquiler. Esto significa que el propietario debe notificar al avalista si el inquilino no ha realizado el pago en el plazo establecido y proporcionar detalles sobre el importe adeudado y la fecha de vencimiento.
Esto es muy importante porque en el caso de que el inquilino no pague, el avalista es quien lo avala, por lo que deberá responder con sus bienes y pagar lo que el inquilino debe. Así que mucho ojo con esto.
Si el inquilino no paga el alquiler en el plazo establecido, el avalista tendrá que pagar la deuda en nombre del inquilino. De esta manera, el avalista puede evitar que se acumulen cargos adicionales por impago y proteger su propio historial crediticio. Algo que sin duda no es moco de pavo. Pero lo ideal es no llegar a este punto.
El avalista también tiene derecho a solicitar información sobre el estado de la deuda del inquilino en el caso de que exista. Esto significa que el propietario debe proporcionar al avalista detalles sobre el importe adeudado y el plazo de vencimiento, así como cualquier otra información relevante sobre el estado de la deuda.
Cuando finaliza un contrato de alquiler, el propietario debe devolver la fianza al inquilino si se cumple con todas las obligaciones establecidas en el contrato. Si el inquilino no cumple con las obligaciones y no recupera la fianza, el avalista tiene derecho a solicitar la devolución de la fianza.
En este caso, el avalista deberá demostrar que ha cumplido con sus obligaciones y que el inquilino no ha cumplido con las suyas.
Si el inquilino no cumple con sus obligaciones de pago del alquiler y el avalista ha tenido que asumir la deuda en su lugar, el avalista tiene derecho a exigir el desahucio del inquilino para no tener que seguir siendo responsable de sus actos.
Esto significa que el avalista puede solicitar al propietario que inicie el proceso de desahucio y recuperación de la posesión del inmueble para gestionarlo a su manera. Es un derecho desconocido pero que existe y que vela por sus intereses.
Como puedes ver, el avalista no solo se encarga de avalar al inquilino y de responder si hay cualquier problema, sino que también tiene una serie de derechos específicos en relación con un inmueble.
Si te planteas ser avalista de otra persona, es fundamental que comprendas bien estos derechos y obligaciones antes de firmar un contrato de alquiler. Debes asegurarte de que estás dispuesto a asumir las responsabilidades asociadas con esta figura legal, porque ya ves que no son moco de pavo.
Normalmente, la figura del aval la suele contemplar un familiar o un ser querido cercano. No suele acabar mal, pero siempre es fundamental saber a quién se avala, porque al fin y al cabo serás responsable de sus actos si finalmente no paga.
¿Te ha quedado alguna duda?