A la hora de alquilar un inmueble, puedes optar por un alquiler de larga duración o de corta duración según prefieras. Cada modalidad tiene sus pros y contras. Descubre las diferencias y cuál te puede encajar mejor.
Debido a las altas rentabilidades que genera, el alquiler de viviendas está completamente a la orden del día. Si te lo estás planteando, creemos que es importante entender las diferencias entre el alquiler de larga duración y el alquiler de corta duración, así como las ventajas y desventajas de cada uno.
El alquiler de larga duración consiste en alquilar una propiedad durante un período indefinido, como puede ser mínimo un año y de ahí en adelante. Mientras que el alquiler de corta duración, se refiere a un alquiler temporal, de verano, por ejemplo.
Una de las principales ventajas del alquiler de larga duración, es la estabilidad que ofrece tanto a los propietarios como a los inquilinos. De algún modo, a los inquilinos les ofrecen esa tranquilidad de saber que tendrán un lugar para vivir durante varios años, mientras que los propietarios a cambio reciben un ingreso constante y estable.
El alquiler de larga duración suele ser más económico para el inquilino que un alquiler de corta duración, dado que suele salir más caro alquilar por días o semanas que todo el año. Esto es ideal para quienes buscan una opción más económica.
La vivienda normalmente requiere de un menor mantenimiento cuando vive la misma familia a que pasen familias nuevas cada dos días, por lo que es una ventaja importante que ofrece la modalidad de larga duración.
La principal desventaja es que es menos flexible para ambas partes. Por un lado, los inquilinos están obligados a cumplir con el contrato de arrendamiento, al menos por la duración mínima indicada, que suele ser de 6 meses a un año.
Por otro lado, está el propietario, que podría necesitar mudarse al piso y no poder precisamente por tenerlo alquilado a largo plazo
Para los propietarios, el alquiler a largo plazo puede generar ingresos estables, pero normalmente se cobra un precio inferior al alquiler de corta duración. Por lo que al final estarás ingresando menos dinero por tu vivienda. Si quieres obtener la máxima rentabilidad posible, no es la mejor opción.
El alquiler vacacional o alquiler a corto plazo, implica alquilar una propiedad por períodos más cortos, que pueden variar desde unos pocos días hasta varias semanas o varios meses. Estas son las principales ventajas:
El alquiler de corta duración ofrece una mayor flexibilidad tanto para los inquilinos como para los propietarios. Los inquilinos pueden alquilar una propiedad por el tiempo que deseen y los propietarios pueden ajustar los precios según la demanda. Esto es ideal para obtener una rentabilidad mayor.
Los propietarios que eligen el alquiler vacacional o de corta duración a menudo tienen la oportunidad de obtener más beneficios, debido a que las tarifas diarias o semanales son más altas que las anuales. Esto puede ser especialmente beneficioso en áreas turísticas o de alta demanda.
En ciertas zonas, podría ser más rentable esta modalidad de alquiler. Por lo que deberás tenerlo en cuenta.
Dado que pasa mucha gente distinta en poco tiempo, esta rotación constante de inquilinos lleva a que estas viviendas experimenten un mayor desgaste en comparación con las propiedades de alquiler a largo plazo. Esto significa que los propietarios pueden tener que pagar más mantenimiento y reparaciones.
A diferencia del alquiler de larga duración, donde los ingresos son estables durante un período fijo de tiempo, el alquiler de corta duración puede ser más impredecible. Los propietarios pueden enfrentarse a períodos de inactividad entre reservas y una fluctuación en los ingresos.
La elección entre el alquiler de larga duración y el alquiler de corta duración dependerá del tipo de propietario y también del tipo de inquilino, de lo que se busque según las necesidades que se puedan tener en ese momento.
Está claro que cada modalidad es popular y tiene sus pros y contras. Principalmente, el alquiler de larga duración suele ser menos rentable para el propietario pero permite obtener ingresos de forma estable y recurrente, mientras que el alquiler de corta duración ofrece flexibilidad y un mayor potencial de ganancias.
Según la zona, una modalidad puede ser más rentable que otra, por eso es importante considerarlo. Además de tener en cuenta otros aspectos como la ubicación y la demanda. ¿Qué opción eliges? No dudes en gestionar todos tus inmuebles en alquiler con Rentger, el software de gestión de viviendas que necesitas.