Cómo contratar el Wifi y la fibra para tener Internet en un piso de alquiler
El WiFi es totalmente imprescindible en los tiempos que corren. Es habitual que lo haya en las viviendas en alquiler y en muchos casos corren a cuenta del propio propietario, sobre todo en la vivienda de uso turístico o alquiler vacacional. Pero, ¿cómo contratar el WiFi del piso de alquiler? Lo vemos.
Internet se ha convertido en un servicio tan indispensable que no falta en las viviendas de alquiler. Claro que, al igual que ocurre con el agua o la luz, puede estar a nombre del propietario o directamente del inquilino.
Lo cierto, es que en las viviendas vacacionales y de uso turístico, es un servicio que, de haberlo, siempre lo contrata el propietario. Esto es debido a que la rotación es tan elevada que no tendría sentido que lo diera de alta el inquilino por apenas unos días que se hospede en la vivienda.
No obstante, la cosa cambia en el caso de los alquileres de larga duración. Cuando el propietario alquila su vivienda por un año o de manera indefinida, lo habitual es que este servicio lo contrate el inquilino, si le interesa.
Si bien es cierto que en este último caso, puede tenerlo el propietario a su nombre y repercutir el gasto al inquilino. Sobre todo si existe algún tipo de permanencia y no le conviene darlo de baja.
¿Qué suele preferir el inquilino? Aunque Internet es prácticamente imprescindible para todas las personas, puede ocurrir que un inquilino no quiera hacer frente a este gasto por cualquier motivo; o porque nunca está en casa o porque le es suficiente con los datos móviles, etc. En este caso, podría rechazar la vivienda de alquiler por no estar a factor de que el propietario le repercuta algo que no usa.
También puede que el inquilino decida contratarlo por su cuenta, para poner una tarifa más barata o que se ajuste a sus necesidades.
¿Qué es mejor para el propietario? Lo cierto, es que al contratar el servicio por su cuenta puede deducirlo como gasto. Claro que, también puede ocurrir que el propietario no le pague las facturas o la renta y tenga que adelantar el dinero.
Por lo tanto, salvo en los casos de la vivienda de uso turístico que siempre lo contrata el propietario, en los demás casos es mejor que los servicios que el inquilino necesita, los contrate a su nombre: gas, luz, Internet, agua…
Para poder contratar el servicio, es importante comparar precios y ver las compañías que ofrecen ADSL o WiFI en la zona. A partir de ahí, simplemente se elige el servicio con mejor relación calidad-precio o el que más interese.
Lo habitual es que tras la contratación la compañía envíe el router a los pocos días y acuda un técnico a configurarlo. Hoy en día, no suele ser necesario pagar gastos de instalación, por lo que los inquilinos pueden elegir la compañía que deseen sin tener que preocuparse por costes añadidos del servicio.
Con el WiFi configurado y a nombre del inquilino o del propietario, ya se puede empezar a disfrutar. Pero antes, es importante establecer una contraseña segura y a la que nadie más tenga acceso. Si es en vivienda turística, se puede detallar en un papel para que puedan consultarlo en cualquier momento.
Si está a nombre del inquilino, puede cambiar en cualquier momento y darse de baja en cuanto abandone la vivienda. Lo ideal, si se planea quedarse poco tiempo, es evitar contratos con permanencia para evitar posibles problemas. También podría ser necesario devolver el router, por eso es importante conservarlo.
Lo habitual, es que sea el inquilino quien contrate este servicio si lo necesita, a su nombre y con sus consecuencias. No obstante, como te avanzamos, es diferente en el caso de las viviendas de uso turístico, donde es un servicio que aporta el propietario; lo paga y se lo deduce.
En este segundo caso, es importante que el propietario deje constancia de esta factura en el software de gestión de alquileres de Rentger, para poder conocer el neto y la rentabilidad de cada vivienda. Es decir, deberá subir la factura y anotarlo como gasto, así como añadir los ingresos obtenidos con la mensualidad y/o de las facturas, en el caso de que estén a su nombre y las pague él.
A partir de ahí, ya se puede conocer el neto real más fácilmente. Por todo ello, es por lo que siempre recomendamos utilizar una app de gestión de alquiler como Rentger, porque facilita mucho las cosas y permite tener una mayor transparencia.
¡Recuerda añadir siempre los ingresos y los gastos de tus alquileres a Rentger!
¿Te ha quedado alguna duda? Pregúntanos para que podamos ayudarte.