¿Es lo mismo un contrato de alquiler para una habitación que para toda la vivienda? Si tienes dudas y quieres aprender a gestionarlo correctamente, en esta guía te contamos todo lo que necesitas saber.
El alquiler de habitaciones es una práctica común. Es algo que está totalmente a la orden del día. Por ejemplo, en el caso de pisos de estudiantes, donde se alquilan las habitaciones por separado a cada estudiante.
Esta práctica es muy frecuente también en ciudades donde alquilar una vivienda sola para uno mismo puede ser muy caro, como en el caso de las principales capitales de provincia. Por ejemplo, en casos como Madrid o Barcelona, donde lo vemos mucho.
Por ello, si quieres salir de dudas, es importante que conozcas bien este tipo de arrendamiento y sus peculiaridades.
En primer lugar, debes saber que el alquiler de habitaciones está regulado en el Código Civil, específicamente en los artículos 1554 y siguientes. Esto marca la diferencia con los contratos de alquiler de viviendas, los cuales se rigen por la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU).
En este sentido, la duración del contrato de alquiler de una habitación debe ser la estipulada en el contrato mismo, sin derecho a prórroga para el inquilino, a diferencia de lo que sucede con las viviendas enteras.
Además, si se vende la propiedad, el contrato de alquiler de habitación puede extinguirse, sin otorgar al inquilino el derecho preferente de adquisición como en el alquiler de viviendas de forma convencional.
El contrato debería al menos incluir los siguientes datos:
El arrendador debe conocer las implicaciones fiscales del contrato de alquiler de habitación antes de firmar. Es decir, se debe declarar a Hacienda el beneficio obtenido del alquiler.
No obstante, ojo, porque también se puede deducir entre el 50% y el 100% de la mensualidad cobrada al inquilino, dependiendo de las siguientes circunstancias.
El arrendatario debe tener en cuenta que al alquilar solo una habitación, Hacienda no lo considera un alquiler de vivienda habitual, por lo que no podrá desgravarse por este concepto.
Asimismo, los derechos y obligaciones estarán determinados por lo acordado en el contrato. Por eso es importante que el contrato esté bien redactado.
En realidad, si el alquiler involucra a varias personas, se formalizará un único contrato de arrendamiento. En dicho contrato se puede indicar toda la información por separado, con el nombre de todos los inquilinos.
Según la LAU, el subalquiler de habitaciones es legal siempre que el propietario haya aprobado el contrato, por lo que es necesario que el inquilino tenga el permiso de su casero y debe estar reflejado en el contrato. Si no es así, no podrá alquilar las habitaciones de su casa a quien quiera.
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¿Tienes dudas? Recuerda que podemos ayudarte.