Si tienes un piso alquilado, es posible que con el paso del tiempo se estropee algo y te toque arreglarlo. ¿Cómo manejar este tipo de solicitudes correctamente? En la siguiente guía te contamos cómo gestionar las reparaciones de tu inmueble en alquiler.
Si eres propietario de un inmueble alquilado, una de las cosas que tendrás que hacer por contrato es reparar lo que se estropee. Por ejemplo, si al cabo de unos años se estropea la lavadora, tendrás que enviar un técnico a repararla o directamente comprar una nueva, todo depende de lo que más compense.
Aparte, también es importante realizar mantenimientos periódicos para evitar que todo se estropee de golpe y ofrecer el inmueble en buenas condiciones al inquilino. Por ejemplo, si cada dos por tres sale el agua fría porque el calentador no funciona bien, es el momento de cambiarlo.
Pero, ¿cómo gestionar las llamadas del inquilino pidiendo que le arregles algo? Lo vemos:
Lo primero, es tratar de comunicarse con el inquilino de una forma correcta. Es importante que el inquilino sepa a dónde te puede llamar para reportar cualquier problema, para que sepa que siempre que lo necesite vas a estar ahí. Parece que no, pero ayudará a que esté más contento y no quiera irse.
Para estas gestiones de las reparaciones puedes darle tu número de teléfono, tu email o incluso gestionarlo todo a través de una plataforma de gestión de propiedades. Ya ves que las posibilidades son infinitas y tú decides.
Es importante que en el contrato se detallen tus obligaciones y las obligaciones del inquilino, para evitar malentendidos si rompe algo. Si lo prefieres, puedes crear un contrato de alquiler fácilmente a partir de una plantilla.
En el contrato debes especificar los tipos de problemas que pueden surgir en el inmueble que son de tu responsabilidad y cuáles deberían asumir los inquilinos. Esto es clave porque evitará malentendidos en el futuro. Por ejemplo, no es lo mismo cambiar una lavadora que se ha estropeado porque llevaba muchos años que un mueble roto por el inquilino.
Al final, también es clave que el inquilino actúe de buena fé. Si rompe algo intencionadamente solo para que el propietario se lo cambie, éste podría darse cuenta y rendirle cuentas. No suele ser lo habitual.
Cuando hay problemas o algo se rompe en un inmueble, dar una respuesta rápida es muy importante. No solo muestra tu total compromiso con que el inquilino esté bien, sino que también puede prevenir que problemas menores se conviertan en mayores.
El plazo ideal es tratar de responder lo antes posible, en las primeras 24 horas. En el caso de que el problema no se pueda resolver inmediatamente, se puede optar por una solución temporal que contente a las partes.
Si tienes un piso alquilado y el inquilino te solicita alguna reparación de vez en cuando, es importante que registres todas las reparaciones que has hecho a tu hogar, para que nada se te escape por alto.
Por ejemplo, si cambias la lavadora y al año que viene se vuelve a romper, al tenerlo anotado verás que aún está en garantía, por lo que puedes ahorrarte el dinero de comprarte una lavadora nueva. Puedes registarlo todo en un software de gestión de inmuebles de alquiler como Rentger.
Si tienes pisos alquilados, te vendrá bien tener manitas a los que llamar siempre que te hagan falta. Por ejemplo, electricistas, fontaneros, carpinteros, entre otros. No solo te pueden cobrar menos por ser de confianza, sino que si los tienes a mano puede que vayan más rápido y, lo más importante, seguro que te hacen bien el trabajo. No siempre es fácil encontrar a buenos profesionales.
También es importante que programes inspecciones periódicas para identificar y solucionar problemas antes de que los inquilinos tengan que reportarlos. Lo habitual suele ser en el medio entre un inquilino y otro, aprovechando que el piso está vacío para ponerlo al día. Por ejemplo, tuberías que fallan a veces, componentes que no van bien, muebles rotos, etc.
Al hacer estos mantenimientos, no sólo prolongarás la vida útil de tus instalaciones, sino que te aseguras mantener la propiedad en buenas condiciones. Incluso podrías pedir un alquiler mayor.
Al manejar las solicitudes de mantenimiento y reparaciones de la manera en la que debes hacerlo, verás que no solo mejorará tu relación con los inquilinos, sino que te ayudará a proteger tu inversión. Es todo ventajas para las dos partes.
¿Te ha quedado alguna duda?