Gestión Eficiente de los Gastos de Servicios Públicos en Propiedades en Alquiler

Cuando tienes una vivienda en alquiler, es importante que consideres ciertos gastos públicos que tendrás que abonar sí o sí por ser el propietario del inmueble. Es fundamental tener en cuenta estos gastos, dado que la rentabilidad puede verse bastante afectada en función de ellos.

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Cuando tienes una vivienda en alquiler, es importante que consideres ciertos gastos públicos que tendrás que abonar sí o sí por ser el propietario del inmueble. Es fundamental tener en cuenta estos gastos, dado que la rentabilidad puede verse bastante afectada en función de ellos.

Cómo hacer una gestión eficiente de los gastos en servicios públicos en un piso alquilado

En primer lugar, debes tener en cuenta que para calcular la rentabilidad real que te genera el inmueble que tienes alquilado, hay una serie de ingresos y de gastos. Los ingresos provienen principalmente de la mensualidad, mientras que los gastos pueden ser mayores a los que te imagines. ¡Tenlo en cuenta!

Cuando se alquila una vivienda, no solo se tienen gastos privados, como puede ser el pago de servicios como la luz, el gas o incluso la comunidad de vecinos. Son gastos fijos que tendrás que asumir como propietario de la vivienda. Claro que, por otro lado, están los gastos públicos

¿Qué entendemos como gastos públicos?

Son los gastos asociados al inmueble que provienen de algún tipo de servicio público. Por ejemplo, tasas como el IBI o las basuras. Estos gastos no siempre son fijos. Es decir, no siempre pagas lo mismo, sino que normalmente van subiendo de forma gradual con el paso de los años. Por eso debes tenerlo bien en cuenta a la hora de alquilar sus inmuebles, para calcular bien el precio de la mensualidad y subir el alquiler también proporcionalmente. 

Además, a medida que aumentas tu cartera de inmuebles, aumenta el pago de recibos públicos. Por lo que cada vez podría ser más complicado de gestionar. Teniendo todo esto en cuenta, veamos cómo gestionar de forma eficiente estos gastos públicos.

¿Cómo gestionar estos gastos paso a paso?

La gestión financiera de una propiedad en alquiler no se limita solo a cobrar la renta y ya está, aunque muchas personas puedan percibirlo así. Nada que ver con la rentabilidad.

Para los propietarios con una o varias viviendas dedicadas a alquiler, un aspecto clave a tener en cuenta son los gastos asociados a los servicios públicos y cargas fiscales, tales como el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), la tasa de recogida de basuras, el agua u otros gastos municipales. 

Estos gastos son fijos y no puedes huir de ellos. Es decir, tendrás que abonarlos con o sin inquilinos en tu vivienda, por ello es importante conocerlos y tenerlos bien en cuenta.

Además, administrar estos gastos de manera eficiente puede ayudarte a mejorar la rentabilidad del inmueble e incluso a contribuir a una relación más transparente y estable con el inquilino. Al final, son gastos que están ahí y que asumes como propietario. ¡No es todo beneficio!

Para llevarlo lo mejor posible, es importante que tengas en cuenta lo siguiente: 

  • Conoce los impuestos o tasas locales: el primer paso para gestionar eficientemente cualquier gasto público asociado a un inmueble, es entender de forma clara qué le corresponde al propietario y al inquilino. Por ejemplo, el IBI suele pagarlo el propietario, mientras que otros gastos de servicios municipales como el consumo de agua suelen ir a cargo del inquilino, siempre que así se haya pactado en el contrato. 
  • Transparencia entre las partes: para evitar problemas y que todo vaya bien con el inquilino, es fundamental que exista un contrato de arrendamiento bien redactado. En él debe recogerse cómo será la distribución de gastos, para así evitar futuros malentendidos. 
  • Conoce las posibles bonificaciones en cuanto a IBI y otras tasas municipales: en cuanto a impuestos y tasas como el IBI o la de recogida de basuras, es vital para el propietario conocer las posibles bonificaciones, exenciones o reducciones que pueda ofrecer la administración local. Algunos ayuntamientos ofrecen descuentos por pronto pago. Estos beneficios pueden reducir de forma considerable el importe total a pagar en las facturas. 
  • Revisa el valor catastral de tu propiedad cada cierto tiempo: otro tip que funciona muy bien consiste en revisar periódicamente el valor catastral de la propiedad. Es decir, solicitar una revisión de tu propiedad para que se ajuste al mercado actual. Ten en cuenta que un valor catastral inflado puede hacer que pagues más de IBI. Si lo mantienes actualizado podrás controlar mejor los gastos y obtener rentabilidades más altas para tus inmuebles.  
  • Control del consumo de suministros: aunque los suministros (agua, luz, gas…) a menudo los paga el inquilino, si el propietario los asume puede resultar interesante mejorar la eficiencia del inmueble para reducir el consumo. Por ejemplo, con la instalación de electrodomésticos de bajo consumo, sistemas de iluminación LED, dispositivos de ahorro de agua, etc.
  • Utiliza un software de gestión de alquileres para anotar todos los gastos: hoy en día existen aplicaciones como Rentger que te hacen la vida mucho más fácil, dado que podrás llevar un control detallado de todos los gastos asociados al inmueble: IBI, cuota de la comunidad, tasa de basuras, seguros, reparaciones y otros pagos periódicos. De esta forma no solo podrás anotar el gasto y conocer la rentabilidad real del inmueble, sino que también ayudarte a prever costes futuros y negociar mejor las mensualidades de alquiler.

Esperamos que esta información te haya resultado de ayuda. ¡Prueba Rentger y empieza a mantener los gastos de servicios públicos a raya!

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