Cuando tienes una vivienda en alquiler, es importante que consideres ciertos gastos públicos que tendrás que abonar sí o sí por ser el propietario del inmueble. Es fundamental tener en cuenta estos gastos, dado que la rentabilidad puede verse bastante afectada en función de ellos.
En primer lugar, debes tener en cuenta que para calcular la rentabilidad real que te genera el inmueble que tienes alquilado, hay una serie de ingresos y de gastos. Los ingresos provienen principalmente de la mensualidad, mientras que los gastos pueden ser mayores a los que te imagines. ¡Tenlo en cuenta!
Cuando se alquila una vivienda, no solo se tienen gastos privados, como puede ser el pago de servicios como la luz, el gas o incluso la comunidad de vecinos. Son gastos fijos que tendrás que asumir como propietario de la vivienda. Claro que, por otro lado, están los gastos públicos.
Son los gastos asociados al inmueble que provienen de algún tipo de servicio público. Por ejemplo, tasas como el IBI o las basuras. Estos gastos no siempre son fijos. Es decir, no siempre pagas lo mismo, sino que normalmente van subiendo de forma gradual con el paso de los años. Por eso debes tenerlo bien en cuenta a la hora de alquilar sus inmuebles, para calcular bien el precio de la mensualidad y subir el alquiler también proporcionalmente.
Además, a medida que aumentas tu cartera de inmuebles, aumenta el pago de recibos públicos. Por lo que cada vez podría ser más complicado de gestionar. Teniendo todo esto en cuenta, veamos cómo gestionar de forma eficiente estos gastos públicos.
La gestión financiera de una propiedad en alquiler no se limita solo a cobrar la renta y ya está, aunque muchas personas puedan percibirlo así. Nada que ver con la rentabilidad.
Para los propietarios con una o varias viviendas dedicadas a alquiler, un aspecto clave a tener en cuenta son los gastos asociados a los servicios públicos y cargas fiscales, tales como el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), la tasa de recogida de basuras, el agua u otros gastos municipales.
Estos gastos son fijos y no puedes huir de ellos. Es decir, tendrás que abonarlos con o sin inquilinos en tu vivienda, por ello es importante conocerlos y tenerlos bien en cuenta.
Además, administrar estos gastos de manera eficiente puede ayudarte a mejorar la rentabilidad del inmueble e incluso a contribuir a una relación más transparente y estable con el inquilino. Al final, son gastos que están ahí y que asumes como propietario. ¡No es todo beneficio!
Para llevarlo lo mejor posible, es importante que tengas en cuenta lo siguiente:
Esperamos que esta información te haya resultado de ayuda. ¡Prueba Rentger y empieza a mantener los gastos de servicios públicos a raya!