Cuando un gobierno lleva a cabo una serie de reformas fiscales, sin duda pueden llegar a tener un importante impacto en los gastos de gestión de las propiedades. A continuación los analizamos.
Las reformas fiscales sobre los bienes inmuebles pueden tener efectos significativos e incluso imprevistos. Así lo detalla una nueva investigación liderada por Matthijs Korevaar, de la Facultad de Economía Erasmus.
Matthijs Korevaar asegura que las reformas fiscales pueden afectar directamente a los propietarios, sobre todo en materia de impuestos sobre la propiedad. Pone como ejemplo el caso de Ámsterdam en el siglo XVIII, donde algunos hogares vieron un aumento inesperado en sus impuestos mientras que otros experimentaron reducciones. ¿Por qué se llevó a cabo y qué fue lo que sucedió?
En un primer momento, se esperaba que los hogares afectados por el aumento de impuestos vendieran sus viviendas y se mudaran a lugares más económicos. Sin embargo, para sorpresa de muchos, eso no fue lo que sucedió.
Los ciudadanos afectados mostraron un comportamiento diferente al que se esperaba. La mayoría de los propietarios eligieron quedarse y afrontar los costes adicionales con sus ahorros, incluso si esto implicaba quedarse sin nada.
A largo plazo, al no haber movimiento en el mercado se produjo una caída generalizada en el valor de las propiedades en Ámsterdam. Este estancamiento en los precios persistió durante más de un siglo, afectando la dinámica del mercado inmobiliario local.
Con este ejemplo, Korevaar asegura que las reformas fiscales no solo impactan a los propietarios a corto plazo, sino que pueden tener consecuencias económicas más profundas y duraderas. Por eso es importante conocer la historia, para que no se vuelvan a repetir estos errores.
Otro caso más reciente lo encontramos en los Países Bajos. Actualmente, restringe la compra de viviendas a los inversores en áreas tensionadas, reservando estas propiedades exclusivamente para propietarios que vayan a vivir en ellas.
Aunque el objetivo es promover el acceso a la vivienda para más personas, este cambio no ha tenido el efecto deseado. Las primeras evaluaciones de la medida determinaron que no se abarataron los precios, sino que se siguen mantenimiento e incluso siguen subiendo. Lo que demuestra que sería un problema de demanda, no de oferta.
Según Korevaar, los gobiernos pueden minimizar los efectos negativos de las reformas fiscales con estrategias bien diseñadas. Por ejemplo, empezando por reducir los impuestos sobre las transacciones, eliminando o reduciendo los altos impuestos asociados a la compraventa de propiedades. En el caso de España, sería el ITP o el IVA.
También sería interesante crear programas que faciliten la transición hacia nuevas opciones de vivienda. El hecho de comprender cómo estas políticas afectan a nivel individual y al mercado inmobiliario puede ayudar a diseñar medidas específicas para que equilibren la recaudación fiscal con la estabilidad del mercado.
Desde luego que la investigación de Korevaar es muy interesante y habla de la importancia de conocer los errores pasados para que no se vuelvan a repetir actualmente, porque el problema de la vivienda no es exclusivo de hoy. También es importante aprender de las fórmulas de otros países.
Normalmente, cuando hablamos de los gastos de gestión de propiedades nos referimos a todos los que se producen en el momento de la compraventa de una propiedad. Por ejemplo, gastos de notaría, registro de la propiedad y administración de Hacienda, entre otros.
Estos gastos suponen una parte importante a la hora de comprar una vivienda. Sin embargo, no se han visto reducidos de forma genérica. Si bien es cierto que existen bonificaciones para ciertos impuestos en algunas comunidades autónomas, como el ITP reducido. Aunque en España en general el impuesto es del 10% sobre el valor de la propiedad, hay zonas donde se puede llegar a pagar mucho menos.
Teniendo en cuenta que el principal problema de acceso a la entrada de la vivienda tiene que ver con el ahorro, reducir el ITP o el IVA a la hora de comprar una vivienda podría aumentar el número de transacciones por parte de propietarios que sí vayan a vivir en la propiedad.
Es un ejemplo del impacto fiscal que estas medidas podrían tener sobre la compraventa de inmuebles, agilizando la compra por parte de muchos potenciales compradores que no cuentan todavía con los ahorros suficientes para dar el paso.
Veremos a ver si próximamente se producen importantes anuncios en materia fiscal en España que realmente nos beneficien al comprar una vivienda. Desde luego, reducir impuestos como el ITP o el IVA para los primeros compradores -que vayan a vivir en la propiedad- podría ser interesante.
¿Qué opinas? ¿Cómo crees que podría solucionarse el tema de la vivienda en nuestro país?