Al firmar un contrato de alquiler, lo habitual es que la renta empiece a cobrarse en el momento en el que el inquilino entra a vivir. Claro que, existe lo que se conoce como “carencia en el alquiler”, por lo que el inquilino podría estar un tiempo sin tener que abonar nada. ¿Cómo es esto? 

Qué es el periodo de carencia en un alquiler

Antes de nada, es importante hablar del periodo de carencia en un alquiler inmobiliario. ¿Qué significa? En el momento en el que un piso no está listo para entrar a vivir, normalmente se le pide al propietario un periodo de carencia de rentas. Es decir, un tiempo donde el inquilino no paga nada hasta que, en teoría, la vivienda esté 100% lista para entrar a vivir. 

Es un proceso que está a la orden del día principalmente en alquileres de locales o de naves industriales. Aunque también puede ocurrir en el caso de las viviendas, sobre todo si está finalizando la reforma o si hay algo pendiente de ser arreglado, antes de que pueda entrar el inquilino a vivir con normalidad. 

Es decir, el propietario publica el anuncio de la vivienda, capta a inquilinos potenciales interesados y le hace esta propuesta. 

¿Cómo funciona?

Esta carencia en el alquiler va ligada a un periodo que puede comprender uno o más meses. Además, es independientemente del coste económico o temporal de la actuación llevada a cabo. Es decir, si es una obra y se tarda más de la cuenta, el arrendatario no podrá exigirle a su propietario que le alargue el periodo de carencia, porque ya estará firmado y es lo que tiene validez.

Es algo que puede suceder también en las viviendas que se reforman y van sujetas a una hipoteca. Es decir, el banco concede un periodo de carencia durante las obras, pero si la reforma se retrasa, los propietarios tendrán que empezar a pagar aunque no puedan entrar a vivir aún. 

Es tedioso y es importante no firmarlo a la ligera, dado que puede tener sus consecuencias y el contrato no se podrá cancelar hasta los 6 meses.

¿Qué debe saber el inquilino antes de aceptar “entrar sin pagar”?

Lo primero que se debe tener claro, es que no se debe entrar a hacer una reforma en una vivienda si el contrato no está previamente firmado.

El periodo de carencia también debe aparecer en el contrato, con los términos claros, para evitar conflictos. Lo ideal es especificar la duración de la carencia, así como el motivo. Por ejemplo, una obra y el coste que supone.

También es importante saber que no se puede rescindir el contrato de alquiler durante el periodo de carencia, dado que es un contrato oficial que está en vigor. No obstante, si se podrá rescindir a partir de los 6 meses. Antes podría hacerse pero pagando una indemnización.

¿En qué casos aceptar un contrato con carencia?

A priori, puede ser interesante para el inquilino, dado que puede disfrutar de la vivienda que ha alquilado sin necesidad de pagar, simplemente porque hay algo pendiente de arreglar o de solucionar. 

Claro que, es importante tener claro que las obras se podrían retrasar, haciendo que el inquilino tenga que empezar a pagar antes de poder disfrutar de la vivienda con normalidad. Por lo que, es algo que deberá poner sobre la balanza para decidir si le merece o no la pena.

Para quienes buscan más tranquilidad y menos sorpresas, no es tan interesante. En cualquier caso, dependerá de otros factores como la situación de la vivienda, las características, el precio… De lo mucho que pueda gustar al futuro inquilino.

> Todo es más fácil con las plantillas y los contratos de Rentger

Para gestionar el periodo de carencia en un alquiler, no basta con hablarlo de manera únicamente verbal con el inquilino potencial, sino que debe aparecer estipulado el contrato y por supuesto estar revisado y firmado por ambas partes, arrendador y arrendatario. 

Para ello, no es necesario contratar un servicio externo, sino que puedes utilizar directamente nuestro software de gestión de alquileres, Rentger. Incluso puedes probar una demo para dar tus primeros pasos con el programa.

Una vez tengas el software, ya puedes acceder a las plantillas de los contratos y añadir el período de carencia. Lo único que necesitas es cubrir la información de la plantilla con los datos correctos. Una vez finalizado, ya lo puede firmar el potencial inquilino y todo quedará guardado en la plataforma.

En Rentger podrás llevar un control total sobre tus alquileres, para que nada se te escape y sepas la rentabilidad real que te ofrece cada inmueble. Una información clave y que te puede ayudar a tomar mejores decisiones. 

¿Te ha quedado alguna duda sobre la carencia en el alquiler? Como ves, con Rentger todo es más sencillo. Pregúntanos para que podamos asesorarte en función de lo que necesites.