Para que las inversiones inmobiliarias funcionen, es importante tener una reserva para gastos de gestión inesperados. Sin duda, la capacidad de anticiparse y afrontar gastos imprevistos puede marcar la diferencia entre tener un patrimonio estable y tener dificultades para mantener la prioridad. En la siguiente guía analizamos la importancia de tener fondos de reserva siempre, tanto en comunidades de vecinos como en inversiones inmobiliarias.
En primer lugar, debes tener claro que un fondo de reserva consiste en tener un poco de dinero apartado con antelación para cubrir gastos extra o imprevistos que puedan surgir en cualquier momento.
Estos gastos pueden ser diversos. Desde una reparación urgente hasta el cambio del ascensor o incluso del tejado. Hay reformas que pueden ser realmente caras.
Disponer de ahorros a modo de fondo de reserva es imprescindible. No solo funcionan como un “colchón” financiero para poder lidiar con cualquier imprevisto que aparezca en el camino, sino que evita problemas en las comunidades de vecinos y te ayuda a que tus inversiones inmobiliarias vayan viento en popa.
Además, aunque los inversores y propietarios a menudo cuentan con unas previsiones de gasto, pueden surgir incidentes inesperados. Lo que podría echar por tierra la rentabilidad si no se ha previsto una partida específica.
Cuando alguien invierte en un bien inmueble, ya sea un piso para alquilar, un local comercial o una vivienda vacacional, su objetivo principal suele ser obtener una rentabilidad positiva. Normalmente, en torno al 5% como mínimo.
El problema es que la rentabilidad de la inversión puede verse comprometida si no se han tenido en cuenta todos los posibles gastos imprevistos. Por ejemplo, si hay que hacer una reparación urgente o abordar una reforma en la comunidad. En esos casos, normalmente la reparación no puede esperar, por lo que tendrás que asumir ese coste de inmediato.
Si no tienes un fondo de reserva para este tipo de gastos, podrías quedarte sin liquidez. El fondo es precisamente para hacer frente a todos estos gastos que están totalmente a la orden del día.
Además, hay gastos que son indispensables para poder alquilar la vivienda. Por ejemplo, si tienes un problema de fontanería en el piso, probablemente no puedas alquilarlo hasta que se solucione. Posponer ciertos arreglos podría evitar que alquiles la vivienda.
Las ventajas son numerosas. Estas son algunas de ellas:
Hay comunidades de vecinos que van más al día, mientras que hay otras que cuentan con un fondo de reserva importante. Si existe ese fondo, los propietarios no tendrán que pagar nada si se acometen reformas varias de mantenimiento.
Normalmente, se paga una cuota mensual mayor para hacer fondo. Es algo aconsejable y que los propietarios suelen preferir, para no tener que enfrentarse a derramas continuamente.
Sin duda, un fondo de reserva bien gestionado en la comunidad de vecinos supone una mejor planificación, mayor tranquilidad y una mejor convivencia entre los vecinos.
Por lo general, el fondo de reserva debería cubrir al menos los gastos más “gruesos” durante un período determinado. Por ejemplo, para un margen de 1 o 2 años, pero depende mucho de cada caso. Para el caso de un piso, con destinar un 5% de la mensualidad del alquiler al fondo sería un buen número.
Por otro lado, tras crear el fondo, es importante supervisar su estado periódicamente, para asegurarse de que hay suficiente dinero. En el caso de que se vaya acabando, se podría considerar una inyección de liquidez.
También es importante que el fondo esté siempre disponible y que exista transparencia, siempre da tranquilidad.
Como ves, contar con un fondo de reserva para gastos de gestión inesperados es indispensable. Es una práctica habitual y que te permitirá vivir más tranquilo, tanto para las propias comunidades de vecinos como para los inversores de ladrillo.
¡Recuerda tenerlo en cuenta para no llevarte sorpresas inesperadas!