Con el paso del tiempo, las viviendas se deterioran y requieren de un mantenimiento. En esta guía te contamos cómo gestionar el mantenimiento y mantener cuidadas tus propiedades en alquiler, para que no pierdan valor. ¡Descúbrelo!
Cómo llevar a cabo un buen mantenimiento de tus viviendas en alquiler
Si tienes pisos alquilados, sabrás que un correcto mantenimiento es esencial para proteger tu inversión y mantener a tus inquilinos satisfechos, para que sigan pagando religiosamente cada mes y no quieran irse a otro inmueble.
Para mantener tus inmuebles en buena condiciones, te recomendamos hacer lo siguiente:
1- Antes de alquilar, documenta el estado de tu vivienda
Antes de que los inquilinos se muden, nuestro consejo es que hagas una inspección exhaustiva de la propiedad para que sepas cómo está todo y no llevarte sustos después.
Puedes documentar el estado de cada habitación aportando fotos, vídeos o incluso notas, dado que hay cosas que puede que no se aprecian en una simple fotografía pero que sí las percibas estando allí.
Todo esto te servirá como punto de referencia para futuras inspecciones. Así sabrás si te están cuidando bien el piso o si te encuentras con desperfectos que antes no había y el inquilino no te avisó de ello.
2- Realiza un mantenimiento preventivo de forma regular
Hay propietarios que entre alquileres realizan un mantenimiento preventivo de la vivienda, revisando la fontanería, la electricidad, etc. Es algo que te puede suponer poco dinero y que te puede ahorrar importantes costes a largo plazo.
En el caso de vivir en un edificio, es importante que la comunidad de vecinos realice ciertos mantenimientos necesarios, como puede ser el del ascensor.
3- Gestiona las reparaciones en el momento en el que tu inquilino te lo diga
Las reparaciones están completamente a la orden del día cuando se alquila una vivienda. En cualquier momento puede romper una lavadora o una secadora.
Si tus inquilinos te informan de cualquier problema de mantenimiento, nuestro consejo es que respondas rápidamente y mandes a un profesional a revisarlo, porque esto hará que los inquilinos estén contentos y que cualquier problema no vaya a más. Piensa que, en buena parte de los casos, no suele ser nada gordo
- Recuerda separar un 5% de lo que ingreses de alquiler para posibles reparaciones o imprevistos del hogar. Si tienes un fondo para afrontar este tipo de gastos lo llevarás mucho mejor.
4- Cada cierto tiempo, realiza mejoras que incremente el valor de tu vivienda
Entre alquileres puedes realizar mejoras que aumenten el valor de la propiedad, como reformar la cocina o baño. Son inversiones que pueden resultar caras, pero a la larga siempre sales ganando, dado que puedes subir la cuota del alquiler y también sube el precio de venta del inmueble. Es todo ventajas.
5- Lleva un registro de todo lo que hagas en la vivienda
Para llevar un mejor control, es importante que lleves registro de todos los cambios, reparaciones y mejoras que hagas en la vivienda. También te será de ayuda si tienes varios inmuebles, para que los puedas llevar todos al día.
6- Indica en el contrato de alquiler las responsabilidades de cada parte en cuanto al mantenimiento
El contrato de alquiler es muy importante y debe estar bien redactado, con las obligaciones de cada parte bien indicadas. En el contrato se deben reflejar las responsabilidades del propietario y de los inquilinos en cuanto al mantenimiento de la vivienda, para evitar malentendidos.
Normalmente, el propietario suele encargarse de arreglar lo que se rompe, siempre que se determine que se ha debido a un desgaste normal por el paso del tiempo. La cosa cambia si el inquilino rompe algo, que en ese caso tendría que cubrirlo él.
Si tienes en cuenta estos tips verás que no tienes problema para gestionar el mantenimiento de tus pisos alquilados. Es importante que te muestres proactivo y lo gestionas bien, para proteger tu inversión y que los inquilinos estén cómodos.
> ¿Qué reparaciones se suelen hacer en los pisos alquilados?
Para que no te pille de imprevisto, siempre viene bien conocer las posibles reparaciones que tendrás que hacer en algún momento si alquilas una vivienda.
Por lo general, el propietario puede tener que hacer frente a fugas de agua, un grifo que se rompe de repente, un enchufe defectuoso, una avería en el frigorífico, una nevera que deja de funcionar, etc. Algunas pueden ser más o menos caras, por eso es fundamental contar con ello y estar preparado, porque tarde o temprano tocan.
Además, con el paso del tiempo pueden ser necesarias reparaciones menores como darle una mano de pintura a todo o poner muebles más modernos.
Recuerda realizar un mantenimiento adecuado en tus propiedades alquiladas para no ver afectada la rentabilidad. No dudes en gestionarlo todo con el software de gestión de viviendas en alquiler de Rentger, anotando los gastos que te supone cada vivienda al año. ¿Te ha quedado alguna duda?
