La gestión de los contratos es fundamental en cualquier proceso de alquiler de una vivienda. Si quieres aprender a negociar los contratos y a que sean justos para ambas partes, hoy te contamos cómo hacerlo.
Al alquilar una nueva vivienda tendrás que negociar un contrato de alquiler con otra persona o con otro grupo de personas, los inquilinos.
Hay veces en las que se pone un contrato estándar sobre la mesa y todas las partes están de acuerdo, firman y ya está, pero no siempre es así.
Hay ocasiones en las que la negociación puede parecer difícil, por eso hay que estar preparado para tratar de alcanzar un acuerdo que sea beneficioso para ambas partes. Al fin y al cabo, de eso trata todo proceso de negociación.
A continuación desde Rentger te damos una serie de tips para que aprendas a negociar con éxito tus futuros contratos de alquiler:
Antes de comenzar la negociación del contrato de alquiler y las condiciones, investiga el mercado de alquiler en la zona. Compara los precios de propiedades similares y conoce las tendencias actuales. Al hacerlo, tendrás un argumento sólido con el que negociar.
Por ejemplo, si todos los alquileres de ese barrio no bajan de 700 euros, no puedes bajar el alquiler a 650 euros solo porque el inquilino lo pide. Le puedes decir que en ese barrio no encontrará nada por menos de ese precio y, por tanto, es un precio justo y es el precio final. Lo más probable es que igualmente acepte.
Para firmar un contrato y quedarte tranquilo, también debes tener claras tus necesidades y prioridades.
Piensa qué aspectos son más importantes para ti a la hora de cerrar la negociación. Pueden ser el precio, la duración del contrato, la estabilidad del inquilino, etc. Todo esto te permitirá enfocarte más hacia lo que buscas, teniendo claro tu punto de partida.
Para evitar problemas a largo plazo, es importante que tanto el propietario como el inquilino sean transparentes con lo que hay. Por ejemplo, si como casero has tenido malas experiencias, puedes decírselo a tu inquilino para que trate de entender porque eres tan duro con las condiciones. Esto es solo un ejemplo.
Siempre es mejor hablar las cosas, porque se pueden evitar problemas o malentendidos a largo plazo.
Una negociación implica concesiones por parte de ambos, por eso es fundamental ser flexible para llegar a un acuerdo.
Por ejemplo, podrías aceptar bajar 50 euros la cuota del alquiler si el inquilino se compromete a hacer las reparaciones que hagan falta y a mantener el piso impoluto y en perfecto estado, cuidando de él como si fuera su dueño.
Este trato te puede salir muy bien, porque de alguna forma te puedes despreocupar un poco más por el piso, por lo que puede ser una tranquilidad.
Este punto es innegociable e importantísimo. Cualquier acuerdo alcanzado durante la negociación debe quedar escrito en el contrato de alquiler.
Es importante que compruebes que todos los términos acordados estén claramente especificados en el documento de alquiler, porque esto evita malentendidos futuros.
No se trata de ser desconfiado, se trata de hacer las cosas bien para evitar problemas. Nunca se sabe lo que podría pasar.
Si como propietario buscas un alquiler a largo plazo, e s posible que te interese la posibilidad de renovar el contrato al final del período inicial. Si es lo que quieres, asegúrate de incluir esta posibilidad en la negociación.
Para evitar problemas el día de mañana, nuestro consejo es que hables de los términos y condiciones de la renovación con anticipación, porque así te eliminas un problema o un mal trago futuro.
Si no te ves preparado para negociar por tu cuenta o no te apetece, considera buscar asesoramiento legal. Un abogado especializado en bienes raíces puede ser una inversión que te ayude a evitar problemas futuros. Sin duda, estarás más tranquilo.
Como sabes, la negociación del contrato de alquiler puede ser un proceso duro. No siempre sucede igual, porque depende mucho del feedback de la otra persona.
En cualquier caso, es fundamental llegar preparado y mantener una comunicación abierta y respetuosa. Con estos consejos que te damos, ahora estás más preparado para alcanzar un buen acuerdo por el alquiler de tu piso, para obtener la rentabilidad que buscas y quedarte tranquilo por unos cuantos años.
Además, hoy en día hay formas de simplificar este tipo de procesos para hacerlos más cercanos y menos serios, como por ejemplo pudiendo firmar el contrato de alquiler online.
¿Te ha quedado alguna duda? ¿Podemos ayudarte?