Si quieres alquilar una vivienda, necesitas tener a mano una serie de documentos. No te preocupes, porque aunque de salida te pueda parecer un número elevado, lo cierto es que se pueden conseguir de manera sencilla. Lo vemos a continuación.
Al alquilar un inmueble en España, por lo general se requieren varios documentos para cumplir con los requisitos legales y que demanda el propietario o la propia agencia.
La mayoría son sencillos y no tendrás problemas para conseguirlos. Los principales y que debes tener a mano son los que te mostramos a continuación:
En primer lugar, necesitas el Documento Nacional de Identidad (DNI) para ciudadanos españoles o Número de Identificación de Extranjero (NIE) para extranjeros.
Puedes sacarle una fotocopia para tener siempre a mano cuando alquiles una vivienda. Aunque es importante que lleves el original a mano por si te lo piden.
Para que te puedan alquilar la vivienda, tendrás que presentar un contrato de trabajo que demuestre tu situación laboral y tus ingresos mensuales. De esta forma pueden ver que tipo de trabajo tienes, si es estable, etc.
En el caso de autónomo, puedes presentar los extractos bancarios del pago de la cuota de autónomos y el modelo en el que aparece tu actividad y la fecha de alta. De tal forma que se pueda ver la antigüedad. También te pueden pedir algún modelo, como el resumen del anual de los últimos años.
También suele solicitarse un número determinado de nóminas recientes como prueba de tus ingresos estables. Normalmente, de los últimos 3 o 6 meses.
En el caso de autónomos, al no tener nóminas, te pueden pedir las últimas facturas o bien el IVA de los últimos trimestres. Así se pueden hacer una idea de los ingresos percibidos, para ver si te pueden conceder el alquiler.
Aunque muchos propietarios no suelen pedir nada más que lo anterior, también pueden pedir la Renta como alternativa o complemento a lo anterior. Especialmente si eres autónomo o tienes otros ingresos que no se reflejan en las nóminas.
Por si acaso, es un documento que también te recomendamos tener a mano, por si te lo piden.
Algunos propietarios pueden requerir de un aval bancario que garantice el pago de las mensualidades. Es una forma de poder cubrirse las espaldas para estar más tranquilos.
Por ejemplo, en el caso de los autónomos, el aval bancario es más frecuente, dado que al no tener nómina pueden tener una alternativa a la que recurrir si algo sale mal.
Aunque por lo general con todo lo anterior suele ser suficiente, también puedes tener a mano una copia de tu vida laboral. La puedes descargar desde la página de la Seguridad Social en cuestión de 5 minutos, para así obtener información sobre tus empleos anteriores y la duración de tu actividad laboral.
Si tienes un trabajo poco estable o que no convence al propietario, con tu trayectoria laboral podría quedarse más tranquilo.
Otro de los documentos frecuentes cuando se alquila una vivienda, tiene que ver con la fianza. Por lo general, se requiere una fianza equivalente a una o dos mensualidades de alquiler como garantía para cubrir posibles daños o impagos.
Es algo que tendrás que negociar con el propietario. En muchos casos se puede conseguir adelantar solo un mes.
Aparte de los informes anteriores, que sabemos que no son pocos, también puede solicitarse un informe de solvencia crediticia que demuestre que no tienes deudas pendientes ni incidencias en registros de morosidad.
Aunque por lo general esto no suele ser necesario, siempre lo puedes tener a mano si te ponen algún problema y quieres demostrar que eres un buen inquilino.
Si has vivido en otro alquiler anteriormente, puedes presentar copias de los recibos de pago como evidencia de tu historial de pago puntual. Así puedes dejar claro que pagas y que no hay problema contigo.
Algunos propietarios pueden solicitar referencias personales, como cartas de recomendación de personas de confianza. Al igual que ocurre en muchos puestos de trabajo, para acceder a un puesto.
En cualquier caso, es importante tener en cuenta que los documentos necesarios pueden variar dependiendo de la región y las políticas específicas que siga el propietario o la agencia inmobiliaria.
Lo ideal es que cada vez que alquiles un nuevo piso consultes con el arrendador o agente inmobiliario los documentos que necesites para seleccionarlos rápidamente y no tener que preocuparte por nada.
Ahora que conoces los principales, no dudes en tenerlos siempre a mano para agilizar las cosas y ponérselo más fácil al propietario o a la agencia, porque así tendrás más papeletas para conseguir el piso antes que otras personas.
¿Te ha quedado alguna duda?