Cómo gestionar un deshacio por impago en un piso de alquiler
Lamentablemente, puede ocurrir que el propietario de una vivienda se enfrente a una situación en la que tiene que desahuciar a un inquilino, ya sea por impagos o por otras causas. Pero, ¿cómo proceder en estos casos?
Lo cierto, es que este tipo de situaciones pueden ocurrir. Es algo a lo que se enfrentan los propietarios en el momento en el que ponen un bien en el mercado. Pero como todo, debemos tomarlo con naturalidad y, sobre todo ,tener mucha paciencia, porque es algo que está a la orden del día.
Este tipo de situaciones pueden descolocar por completo a los propietarios e incluso hacer que no quieran volver a alquilar su vivienda nunca más. Pero para que no nos cojan por sorpresa ni nos afecten más de la cuenta, debemos saber cómo proceder.
La Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) indica que el propietario puede dar por finalizado el contrato de arrendamiento si se produce un impago en la renta.
Asimismo, el procedimiento de desahucio por impago de la renta se encuentra regulado en la Ley de Enjuiciamiento Civil (artículo 440.3 y 4).
Si tenemos en cuenta la ley, en el caso de que se produzca una situación de impago y el inquilino deje de pagar el alquiler, el artículo 27.2 a de la LAU establece que hay que acudir al Juzgado para que desaloje al inquilino y le devuelva la posesión del inmueble.
Es decir, el propietario no podrá hacerlo por la fuerza si sufre un impago, porque en este caso se hablaría de una infracción penal; un delito por realización arbitraria del propio derecho o de coacción.
Lo más recomendable, es tratar de solucionarlo por el camino, antes de tener que desahuciar al inquilino. Para ello, lo ideal es ponerse en contacto con el inquilino y hablar sobre el dinero que debe o cualquier otro problema existente, para tratar de solucionarlo.
En el caso de que el inquilino reaccione mal y se niegue a pagar o a solucionar el problema que preocupa al propietario, éste no tendrá más remedio que insistir. Dependiendo de la actitud que adopte el inquilino, se deberá optar por una vía o por otra.
Es importante que todo este proceso de envío de mensajes se haga desde un software de gestión de alquiler como Rentger, que te permite gestionarlo todo cómodamente y más fácil desde lo digital. Con Rentger los mensajes que envías al inquilino tienen doble check de seguimiento e incluso pueden funcionar como prueba en el caso de interponer una demanda, por lo que son válidos en el proceso de control de pagos.
En el caso de que se vea poco probable llegar a acuerdo por la vía amistosa, entonces habrá que contratar a un abogado. Es importante tener en cuenta que el tiempo corre en contra de uno, puesto que si el inquilino debe dinero y no tiene previsión de pagar, cuantos más meses pasen, peor, porque la deuda aumenta.
Llegados a este punto, ya con el abogado de la mano del propietario, ya se procedería a realizar el desahucio. Para ello, sería necesario la intervención del abogado y el procurador. Aquí es importante que se pacte en la hoja de encargo el importe de los honorarios de ambos profesionales, para evitar sustos.
Sabemos que puede ser una situación compleja para el propietario, porque no solamente está perdiendo dinero, sino que tendrá que hacer frente al pago de profesionales externos para poder echar al inquilino y recuperar su vivienda. Por eso, lo más recomendable es tratar de proceder por la vía amistosa.
Otra de las acciones a realizar, pasa por meter al inquilino en el BMDI, una base de datos de morosidad, con el objetivo de poder ayudar a futuros propietarios.
El propietario lleva a cabo el procedimiento judicial en el juzgado donde se ubica el inmueble y puede condenar al inquilino a que pague lo que debe. Si hay aval, debe ser requerido previamente vía burofax.
También es importante acompañar la demanda de desahucio de un poder Notarial para pleitos y el contrato de arrendamiento.
Luego, se ejecutan las acciones judiciales. Después de que el Juzgado reciba la demanda, dicta un decreto con la fecha del juicio (si se opone el inquilino y la fecha del lanzamiento. Luego se le notifica al inquilino y este dispone de un plazo de 10 días hábiles para oponerse al desahucio.
Para evitar que se produzcan este tipo de situaciones, son muchas las cosas que el propietario puede hacer por el camino. Entre ellas, contratar un seguro de impagos o bien solicitar un aval al inquilino.
Sabemos que desde el punto de vista del inquilino este tipo de condiciones pueden resultar un poco abusivas, puesto que también les supone un coste todos los meses. En cualquier caso, el seguro de impagos lo suele repercutir el propietario directamente en la mensualidad. Mientras que el aval es más complejo.
También es recomendable invertir más tiempo en la búsqueda del inquilino “ideal” para evitar este tipo de situaciones. Aunque la vida da muchas vueltas y no hay una solución mágica, cubrir bien las espaldas siempre nos ayuda a reducir los posibles problemas.
Con nuestro software de gestión de alquiler, todos los mensajes que envíes tienen doble check de seguimiento y se pueden utilizar como pruebas en caso de demanda. Por lo que, todo el proceso del control de pagos lo vas a poder hacer directamente desde Rentger, para que nada se te escape y todo quede reflejado.
Asimismo, tanto la documentación como las firmas tienen una validez 100% legal, para que puedas utilizar directamente nuestro software sin necesidad de recurrir a otros procedimientos.
Por lo que, en caso de desahucio, el utilizar un PMS como Rentger by idealista da seguridad al propietario al tener 100% digitalizado todos los procesos del alquiler.
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