Las viviendas, con el paso de los años, pueden presentar algún que otro problema. En la siguiente guía analizamos los problemas comunes de las propiedades de alquiler y cómo solucionarlos. ¡Sal ahora mismo de dudas!
Cuando se tiene alquilada una vivienda, hay que contar con que en cualquier momento puede sufrir cualquier percance, ya sea que se estropee la nevera, el lavavajillas, que haya una gotera, humedades, etc.
Lo ideal, es destinar al menos un 5% del alquiler al pago de este tipo de imprevistos. Por ejemplo, si tienes un piso alquilado por 800 euros, lo recomendado es tratar de separar al menos 40 euros al mes, que al año son unos 480 euros, para el pago de este tipo de imprevistos. Es una forma de que “no lo notes”.
Ahora sí, veamos cómo solucionar algunos de los problemas más comunes en los alquileres:
Uno de los problemas más habituales es que un electrodoméstico deje de funcionar o que de repente no vaya un interruptor o un enchufe. En estos casos, puede ser interesante enviar un técnico al domicilio a que lo revise o bien un electricista, dependiendo del caso.
Es importante que cada cierto tiempo hagas algún mantenimiento periódico, para evitar problemas que se podrían haber evitado. También es mejor que trates de contestar y actuar rápido, para que los inquilinos estén satisfechos.
Otro de los problemas que pueden suceder en el alquiler de tu vivienda, es que tengas un inquilino que de repente no paga.
Para este problema, lo más importante es la prevención. Tratar de elegir siempre buenos inquilinos que no formen parte de una base de datos de inquilinos morosos. Asimismo, debes asegurarte de que las nóminas pueden cubrir el pago del alquiler y mejor aún si contratas un seguro de alquiler frente a impagos.
Otro de los problemas que están a la orden del día cuando se alquila una vivienda, es cuando el inquilino tiene problemas con los vecinos.
Puede que los vecinos se quejen de que tu inquilino hace ruido o puede ocurrir lo contrario, que tu inquilino se queje de un vecino ruidoso y te avise para que hables con él o con la comunidad de vecinos. Si sucede esto, trata de actuar como mediador en caso de conflictos y ofrecer alguna solución. Mirar para otro lado no suele gustarle a ninguno.
En el caso de que el problema esté en el inquilino, es importante que fijes las normas de convivencia en el contrato de alquiler para evitar malentendidos. Siempre es mejor prevenir que lamentar.
Otro de los problemas al que se enfrentan algunos propietarios, es que sus inquilinos no paran, cambian continuamente de inmueble. En este caso, tienes que tratar de mejorar la retención de los inquilinos. ¿Cómo? Hay varias maneras.
Aparte de las averías, también pueden producirse infestaciones de plagas como insectos o termitas. Si esto sucede, es importante que actúes lo antes que puedas.
Lo ideal es que llames a una empresa especializada en control de plagas para solucionar y cortar el problema de raíz. También puedes informar a los inquilinos sobre cómo pueden prevenir este tipo de plagas, sobre todo si son frecuentes en esa zona. Por ejemplo, en Barcelona ha habido plagas de cucarachas o incluso ratones.
También puede ocurrir que el inquilino deje la vivienda y te encuentres con que tiene daños que antes no existían.
Lo ideal es documentar el estado de la vivienda antes y después, para que puedas reclamar en el caso de daños intencionales o accidentales. Por eso es importante exigir una fianza o depósito como garantía, para evitar este tipo de situaciones.
Esperamos que esta guía te ayude a solucionar los problemas más comunes cuando se tiene un inmueble alquilado. ¿Te ha quedado alguna duda con alguno de los puntos?