Uno de los miedos o preocupaciones que tienen los propietarios es que su inquilino se haga okupa y decida no pagar o bien que realquile el inmueble. Normalmente, en los contratos de alquiler se expresa la prohibición de alquilar un inmueble a un tercero, pero puede ocurrir que el inquilino haga caso omiso de esta cláusula y lo alquile igualmente. Descubre qué hacer en este tipo de situaciones.
El subarrendamiento de un inmueble se refiere a cuando el inquilino alquila la propiedad a una tercera persona, siendo él mismo el inquilino.
Esto puede estar permitido si el inquilino lo habla con el propietario, pero si lo hace a sus espaldas y hay una cláusula en el contrato de arrendamiento que le impide hacerlo, entonces es un incumplimiento de contrato. En ese caso no sería legal y podría tener consecuencias legales.
Por lo tanto, si descubres que tu inquilino está subarrendando tu propiedad sin tu permiso, es importante que tomes medidas.
Antes de nada, debes saber que los inquilinos están por ley obligados a informar al propietario si subarriendan su vivienda alquilada, pero no siempre lo hacen. Normalmente, no lo hacen nunca, porque saben que no pueden realquilar la vivienda y que está prohibido hacerlo, pero el problema es que es difícil de detectar. Es decir, el propietario puede que no sepa nada ni tenga forma de enterarse.
Es común que los contratos de alquiler incluyan cláusulas que prohíben realquilar el inmueble a otra persona, pero si tienes dudas o sospechas, lo que puedes hacer es tratar de hablar directamente con el inquilino o incluso con algún vecino. Si ven que en ese piso vive otra persona, se pueden confirmar tus sospechas.
En primer lugar, trata de prevenir ese tipo de situaciones. Especifica claramente en el contrato una cláusula indicando que no permites que el inquilino pueda realquilar el inmueble. Eso es lo primero que debes hacer siempre.
¿Y si el inquilino lo ignora y realquila el piso a otra persona? Si lo hace, estará cometiendo una ilegalidad y como propietario vas a poder solicitar la rescisión del contrato, según lo establecido en la Ley de Arrendamientos Urbanos.
Además, el propietario tendrá derecho a exigir, además del desalojo del inquilino, una compensación por los daños y perjuicios sufridos.
Lo más habitual es que el inquilino capte el mensaje, te pida disculpas y abandone la propiedad. Estos casos no suelen terminar en desahucio o juicios, pero es importante estar preparado para lo que pueda suceder.
Ten en cuenta que hay inquilinos que lo hacen de buena fé, simplemente porque necesitan dinero y creen que pueden hacerlo. Por eso es recomendable incluir esta cláusula en el contrato de arrendamiento y recordarle al inquilino, en el momento de la firma, que es una práctica que no está permitida.
Hay varias formas de probarlo y demostrarlo.
¿Te ha quedado alguna duda? Lo cierto es que el subarrendamiento no es algo habitual, suele pasar de forma muy muy ocasional. Pero es importante que añadas la cláusula que lo impida para evitar este tipo de problemas. Si añades la cláusula estará cubierto y todo saldrá bien.
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